sábado, 3 de mayo de 2014

Epígrafes funerarios y espacio rural "romano": el caso de Las Uces (Salamanca)

A pesar de lo que pueda parecer el mundo rural de época romana fuera de las monumentales villas es un gran desconocido. Incluso en aquellos escenarios donde las fuentes escritas proporcionan documentos de primera mano para investigar. En esta entrada se presenta un ejemplo en este sentido, relacionado con el hallazgo de una serie de epígrafes en la localidad salmantina de Las Uces. En concreto, son 4 epígrafes de naturaleza funeraria que se suman a otros tres conocidos anteriormente por la bibliografía. 

Inscripción 1. Fuente: Cortés et al 2011
El hallazgo permitió realizar un pequeño trabajo de investigación que puso de relieve la pertenencia de estos elementos al grupo de epígrafes conocidos en las actuales provincias de Salamanca y Ávila y norte de Cáceres. La distribución de los mismos coincide, en líneas generales, con el área ocupada por la etnia vettona. Las inscripciones de Las Uces, más concretamente, se pueden vincular a los conjuntos de Hinojosa de Duero y Yecla de Yeltes, de tal modo que la acumulación de coincidencias formales ponen de manifiesto la existencia de taller epigráfico en la zona, quizá ubicado en las cercanías del castro de Cabezo de San Pedro en Hinojosa de Duero. La cronología de las inscripciones descubiertas oscila entre los siglo I y II d.C. Por lo tanto, no es descabellado concluir que en las inmediaciones de Las Uces se ubique una necrópolis de dicha época, muy seguramente en la zona conocida como Cortinas del Bardial. 


Inscripción 2. Fuente: Cortés et al 2011
Los problemas comienzan cuando se intenta relacionar estas inscripciones con el posible hábitat con el que se vincularon en su momento. En ese sentido, llama poderosamente la atención la carencia de materiales arqueológicos fuera de los de naturaleza pétrea. Tradicionalmente se ha venido considerando la posibilidad de que bajo Las Uces existiese un hábitat de la Segunda Edad del Hierro y de época romana. Como argumento a favor de esta hipótesis se ha utilizado la presencia de las consabidas inscripciones, la actual trama urbana, que recuerda a la ordenación campamental romana, y los presuntos lienzos de muralla visibles parcialmente en algunos puntos de la localidad. No obstante, la ausencia de restos materiales habituales en los yacimientos de naturaleza urbana –cerámica, metales, restos óseos,…- supone un problema serio en cuanto a la interpretación de las evidencias. Bien es cierto que todas ellas se reconocen en superficie y que es posible que el subsuelo albergue restos de otra naturaleza que no se observan y permitan afinar en esta cuestión. Sin embargo, a la luz de la información actual, es posible tratar de aclarar alguna cuestión.Todas las evidencias remiten a momentos romanos, por lo que es posible descartar la existencia de un yacimiento prerromano. 


Inscripción 3. Fuente: Cortés et al 2011
Por otro lado, no está clara cual es la naturaleza exacta de la ocupación romana. El conjunto epigráfico permite asimilar el yacimiento con los castros indígenas romanizados de Yecla la Vieja en Yecla de Yeltes y Cabezo de San Pedro en Hinojosa de Duero. Sin embargo, a diferencia de aquellos, el amurallamiento de Las Uces ofrece dudas, ya sea en cuanto a su origen indígena como a su verdadera interpretación como elemento castrense. En este sentido, quizá se puede integrar mejor dentro del nutrido grupo de hábitats rurales indefinidos que jalonan el occidente de Salamanca. La condición de estos hábitats se aleja tanto de estos castros romanizados como de las villae romanas. El modelo de espacio rural que se infiere se adecua más al compuesto por aglomerados de población secundarios y que se denomina como vici et castellae, en el que los castella podrían corresponderse con los castros romanizados y dentro de vici se integran núcleos rurales de distinta naturaleza. En cualquier caso, las evidencias apuntan a asentamientos rurales habitados por indígenas romanizados que a partir de mediados del siglo I d.C. y hasta el siglo IV d.C. hacen uso de la práctica epigráfica funeraria de tipo romano.


Inscripción 4. Fuente: Cortés et al 2011
El caso de Las Uces no es único. Recuerda, al menos en parte, a otros como Lara de los Infantes (Burgos), donde la cantidad de documentación epigráfica no solo funeraria sugiere la presencia de un hábitat asociado -en este caso con categoría jurídica de ciudad (Nova Augusta)- que no acaba de manifestarse claramente a través de las evidencias materiales. Desde mi punto de vista, en ambos casos la problemática es la misma: se buscan los indicadores arqueológicos equivocados. Por esta razón, una parte esencial de la representación arqueológica de los espacios rurales de época imperial continua siendo esquiva a los ojos de los arqueólogos. El error radica, desde mi punto de vista, en que se siguen buscando localizaciones que reproduzcan miméticamente las condiciones de las ciudades más importantes o de los asentamientos rurales señoriales y no siempre los restos de época romana tienen la misma monumentalidad y prestancia material. De hecho, el mundo rural de época romana, o mejor dicho, aquel fuera de los espacios monumentales de las villas, continúa estando desatendido por la mayor parte de los investigadores. Por esta razón, el campesinado sigue sin ser protagonista incluso en los espacios rurales del Imperio romano. Es necesario cambiar el enfoque y pensar que bajo el paraguas de la romanidad se podrían dar diversas fórmulas de ordenación y explotación del espacio rural. En algunos casos, como en Las Uces, el modelo pone de manifiesto la raigambre indígena que escapa de los estándares clásicos. Nada sorprendente cuando incluso hoy, bajo el mismo sistema político y semejantes parámetros económicos, la explotación de los espacios rurales conoce de distintas manifestaciones. Entonces ¿por qué no en el pasado?

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