martes, 14 de octubre de 2014

Restos humanos calcolíticos, contextos funerarios y diversidad formal (I): los restos humanos de El Hornazo

Como ya he señalado en varias ocasiones, en la actualidad existe una amplia base documental sobre el registro arqueológico calcolítico de la Cuenca Media del Arlanzón. En ella se observa un escenario complejo donde se reconocen yacimientos de distinta naturaleza que proporcionan abundante información. A pesar de ello, los datos sobre los contextos funerarios siguen siendo escasos. En particular los que hacen referencia a los restos humanos documentados en ellos. Con esta entrada inicio una serie dedicada a presentar los resultados obtenidos de dos estudios sobre contextos funerarios que han sido publicados en 2013 en la revista RAMPAS. Los datos, cuya referencia bibliográfica dejamos a continuación (Carmona et alli 2013), proceden de dos yacimientos conocidos del valle del Arlanzón: El Hornazo y el túmulo IL.C1 de Cótar. La entrada de hoy se centra en el primero.


Localización de El Hornazo y el Túmulo IL.C1 de Cótar
El Hornazo es un yacimiento excavado en 2004. Se ubica en las cercanías del barrio de Villimar (Burgos), en un espacio llano en la zona de contacto entre las terrazas del río Vena y las cuestas del páramo. Está conformado por un conglomerado de hoyos de todo tipo (180) entre los que se reconocen estructuras siliformes, hoyos de poste y grandes fosas. El yacimiento sólo tiene una fase de formación y todas las evidencias se datan radiocabónicamente dentro del Calcolítico Pleno (2950-2575 cal BC). El yacimiento, excavado parcialmente, tiene una extensión de unas 4 ha. La distribución de las evidencias manifiesta una ordenación orgánica del espacio en la que se reconoce un área de vivienda/residencia, un área de almacenamiento de productos y una tercera área de transformación de bienes de consumo y almacenamiento. Dentro del conglomerado de evidencias se documentan dos enterramientos en fosa, ubicados en la zona de mayor concentración de estructuras (Áreas 7 y 8) dedicada al almacenaje de productos subsistenciales. Ambos se han realizado en dos hoyos cuya morfología no difiere del resto de estructuras siliformes excepto por su contenido.

Localización de las evidencias funerarias de El Hornazo
Fondo 103

En esta estructura se documentaron los restos de un individuo. Junto a él se halló un cuenco en posición primaria. El depósito que recubre al individuo no se diferencia de otros que colmatan otros hoyos del mismo yacimiento. Incorpora cerámica fragmentada, unos pocos restos faunísticos y escasos elementos de industria lítica. Estos materiales se encontraron como elementos erráticos dentro del estrato; es decir, su depósito final no es premeditado como sucede con el cuenco completo. Por esta razón es difícil relacionar su presencia como ajuar u ofrenda. Los datos de los que se dispone no permiten discernir si tales piezas se han incorporado como una parte más del relleno o su presencia se puede relacionar con otro tipo de práctica ceremonial. El conjunto cerámico presenta las formas y decoraciones características del Calcolítico Pleno: cuencos hemiesféricos, ollas y cazuelas globulares, cazuelas cerradas y rectas, con fondos planos. Estas piezas están decoradas con pastillas repujadas, líneas incisas horizontales bajo el borde y perforaciones. El repertorio decorativo lo completa un pequeño fragmento decorado con un motivo formado por una línea incisa y dos bandas de puntos impresos.

Registro arqueológico del Fondo 103 de El Hornazo

Fondo 140

El segundo enterramiento contenía los restos de otro individuo depositado sobre su lado derecho con los brazos formando un escorzo al quedar ambas muñecas sobre el lado izquierdo de la cadera. El contenedor de la inhumación es un hoyo colmatado por tres unidades estratigráficas. Los restos esqueléticos se encontraban cubiertos por una unidad compuesta por material heterogéneo que han sepultado al enterrado en un proceso aparentemente rápido. Las unidades inferiores parecen estar formadas por residuos domésticos que se mezclan con material procedente de las paredes del hoyo, fruto de desprendimientos mientras el mismo estaba vacío. En la unidad inferior apareció una cuenta bicónica de cerámica que, a pesar de su ubicación, parece parte del ajuar del inhumado. Este tipo de piezas son habituales en contextos campaniformes, aunque suelen estar fabricadas con otros materiales como hueso o marfil. Esta disociación estratigráfica es difícil de explicar pero resulta significativo que en el mismo contexto funerario aparezca el único elemento de adorno personal identificado en el yacimiento.

El proceso de formación del contexto no es continuo, puesto que se reconoce un hiato entre la excavación de la estructura y su uso como fosa de inhumación. El contendor, por tanto, no fue construido ex profeso para albergar el enterramiento, sino que se aprovechó una fosa preexistente. La morfología de la misma y su capacidad (1131 l.) parecen ser indicativas de su uso original como silo. Dentro de este contexto no existe ninguna evidencia de elementos de ajuar u ofrenda. Los únicos materiales documentados son fragmentos de cerámica, industria lítica y un elemento de molienda. Su presencia se relaciona con la incorporación dentro de material de relleno de la estructura. Así lo atestigua el alto estado de fragmentación de la mayoría de las piezas. El conjunto de cerámica también presenta los atributos propios de las piezas con atribución del Calcolítico Pleno del oriente de la Meseta Norte. En concreto se identifican formas simples, cuencos en su mayoría, lisos y, en algún caso, decoradas con pastillas repujadas, líneas incisas simples bajo el borde y bordes con moldura.

Registro arqueológico del Fondo 140 de El Hornazo
Dataciones radiocarbónicas

Se tomaron dos muestras de hueso para datar[1] los enterramientos. Ambas se enviaron al Center for Applied Isotope Studies (CAIS) de la Universidad de Georgia (USA)Ambas fechas (UGA-6838 y UGA-6995), que se solapan levemente en su calibración a 2σ, se sitúan en un momento avanzado de la ocupación del emplazamiento tal y como se desprende del rango de fechas disponibles para El Hornazo.

ID
Fecha B.P.
Cal BC (2σ)
δ13C
Material
Contexto
Atribución
UGA-7566
4290±25
2927 (95.4%) 2878
-20.4‰
Hueso fauna
F94, UE 958
Calcolítico Pleno (Precampaniforme)
UGA-8820
4200±25
2893 (27.5%) 2850
2814 (52.9%) 2741
2729 (14.4%) 2694
2685 (0.7%) 2680
-21.8‰
Semilla (Tritucum aestivium/durum)
F30; UE 303
Calcolítico Pleno (Precampaniforme)
UGA-6838
4010±25
2576 (95.4%) 2473
-19.4‰
Hueso humano
F103; UE 1031
Calcolítico Pleno (Precampaniforme)
UGA-6995
4100±25
2860 (22.1%) 2809
2752 (8.0%) 2721
2702 (65.3%) 2574
-19.4‰
Hueso humano
F140; UE 1401
Calcolítico Pleno (Precampaniforme)

Conjunto de dataciones radiocarbónicas disponibles de El Hornazo

Valoración

Cabe recordar que la presencia de inhumaciones dentro de los espacios de hábitat durante el III milenio cal B.C. todavía continua siendo un tema controvertido. El problema estriba en explicar las inhumaciones en fosa dentro de lugares con una vocación doméstico-productiva. Las fechas descartan, en este caso, una hipótesis que consideraría a los inhumados como una especie de “ofrendas fundacionales” puesto que las dataciones proporcionadas por los contextos domésticos son más antiguas que las de las inhumaciones. No se debe olvidar que, además, la utilización como tumba de antiguos silos amortizados, en ámbitos supuestamente domésticos, supondría la exclusión de estos inhumados de otras formas estandarizadas (cuevas funerarias y/o megalitos) aún vigentes, como demuestra el registro arqueológico local, que hasta ese momento habían supuesto la expresión sistematizada de gestión de la muerte. Su presencia en el yacimiento plantea como causa su asociación a cuestiones de orden ceremonial o simbólico, que atienden a la utilización ideológica de la muerte en beneficio de la reproducción social de la comunidad.

Referencias:

Carmona Ballestero, E.; Valdivielso Gutiérrez, E.; Pascual Blanco, S.; Vega y Miguel, J. (2013): "Restos humanos, contextos funerarios y diversidad formal: los yacimientos calcolíticos de El Hornazo y el Túmulo IL.C1 de Cótar (Burgos)", RAMPAS, 15: 53-80.


[1] Las dataciones se llevaron a cabo gracias al proyecto Dataciones absolutas de contextos calcolíticos de la Cuenca Media del Arlanzón, financiado por la Fundación Gutiérrez-Manrique.